Acabo de leer el artículo de Enrique Dans titulado Cuando ruge la marabunta (formato PDF, 1.24 Mb de lectura muy recomendable) para la revista PC Actual. Y al leerlo no he podido evitar hacerlo desde el punto de vista de la accesibilidad web.
Una de las ideas básicas del artículo es que gracias a internet (como medio de comunicación y publicación), la disponibilidad de equipos (ordenadores y periféricos, cámaras de fotos, de video,…) y de programas es más fácil encontrar talentos en diferentes materias (fotografía, programación,…) de manera sencilla, sobre todo si lo comparamos con épocas anteriores a la expansión de la red.
¿Seguís mi razonamiento? Desde el punto de vista de la accesibilidad (disciplina de la cual me considero un entusiasta pero en absoluto experto) me he encontrado en multitud de ocasiones con ejemplos en los que simples aficionados superan con creces el trabajo de una empresa que puede haber dedicado importantes recursos (humanos, materiales y económicos) para la realización de un trabajo.
Todos conocemos ejemplos de sitios webs que anuncian a bombo y platillo que cumplen el nivel doble A de accesibilidad que no resiste ni la más mínima revisión automática (y no digamos una manual). En la lista de correo accesoweb abundan ejemplos.
Y esto me conduce a una pequeña reflexión, que hace referencia directamente al título de este artículo ¿Dondé están los expertos en accesibilidad web, en las empresas o en la Red? Mi respuesta no es tan simple como en la Red, y por tanto me contradigo ligeramente con lo que he dicho antes. Pero la Red, Internet, la Web,… es el factor importante y determinante.
Desde mi punto de vista, los expertos en accesibilidad pueden ser empresas o individuos, profesionales o aficionados, pero en cualquier caso utilizan activamente la Red, y no como escaparate para sus productos y servicios, sino como un gigantesco medio de comunicación, conocimiento, recursos y relaciones. Es muy probable que participen en blogs (como autores y comentarístas, si se permite la expresión), listas de correo, y tengan una enorme colección de recursos que pueden ser la solución genial a un problema concreto, a menos de un par de vínculos de distancia o una búsqueda.
A más de una empresa novata encargada del desarrollo de un sitio web entre cuyos requisitos está el de la accesibilidad, le vendría bien contar en los puntos más importantes de desarrollo con expertos en accesibilidad web, gente ajena a la empresa y que puede econtrar fácilmente en internet Pueden ser empresas o individuos. Su producto ganaría mucho en calidad, se reducirían costes y la Web sería un poco mejor.
Hoy más que nunca, ruego vuestros comentarios.
8 respuestas a «¿Dondé están los expertos en accesibilidad web, en las empresas o en la Red?»
Pues yo creo que esos expertos no existen, ni están en ningún sitio. Y me explico. Desde mi experiencia, puedo decir que no he conocido ninguna empresa, ya sean partners, clientes, colaboradores, competencia… en la que cuenten, o digan que cuentan, con expertos en accesibilidad web.
Así de claro, sencillo, distante y crudo.
La accesibilidad, a nivel empresa y a nivel proyecto, importa un pimiento. O yo lo veo así (experiencia, de nuevo, dixit). Sólo importa, ahora, que alguien diga que tal proyecto web cumple la AA o la AAA (he llegado a escuchar a clientes decir cosas que invitan a la carcajada más maleducada, te lo aseguro), pero porque les suenan campanas. Nada más.
Bueno, y en proyectos para la administración pública, porque no les queda otro remedio. Y aún así, hay casos para reirse (o para llorar, según se mire).
Mi atrevido diagnóstico: queda mucho camino por recorrer, mucha leña que cortar. Pero mucha.
La cuestión es que puede que existan los expertos pero, como apunta Daniel, a las empresas de diseño les suele importar un pimiento esa cuestión, si acaso les interesa la medallita, no lo que hay dentro, pues ni ellos ni, menos aún, su cliente van a poder enjuiciar si el código está hecho unos zorros o no.
Por tanto, como ellos ni saben ni les importa, pues no se preocupan por buscar gente, siquiera sea freelance, que sí sepa.
El siguiente paso será que se preocupen de verdad, entonces empezarán a buscar a los que sí saben y, sólo más adelante, ellos mismos sabrán y adoptarán la accesibilidad como un requisito inicial más para cada diseño.
Pero, como dices, mucha leña…
Perdón por tardar en responder. Comencemos con Dani, que ha sido el primero en comentar.
Estoy bastante de acuerdo con el primer párrafo de tu comentario. No existen expertos… si añado la coletilla «en el mundo empresarial» (espero no distorsionar tus palabras), creo que coincidiríamos bastante en nuestras posiciones.
El caso concreto de mi empresa (con más de 3000 empleados y una multinacional de las grandes), para presentar una propuesta de un proyecto en el que se mencionaba la palabra «accesibilidad» se acordaron de mí porque en su día escribí un artículo para la empresa. Y yo, un humilde programado de lo peor valorado en la empresa, asesorando a altos cargos en la elaboración de la propuesta, mientras estaba de vacaciones cuidando de mi peque (sí fuí un poco estúpido).
Lo que quería decir es que en una empresa gigantesca, se encontraron por casualidad a uno que sabía de que iba (líbreme Freddy Mercury de considerarme yo mismo un experto).
De todas formas creo que la accesibilidad en proyectos webs debería ser tan considerada como la usabilidad, arquitectura de la información y todos esos sinónimos (para los que oímos campanas y no sabemos de donde). Y eso es lo que me preocupa: hay mucho desconocimiento en todos los estratos (desarrolladores, jefes, clientes) a pesar de la legislación y toda la publicidad que ha causado.
Y sobre tu diagnóstico, ahora enlazo con otra pregunta: ¿Dónde están los leñadores? Je je.
Dani, muchas gracias por tu comentario.
Juan Carlos, gracias por tu comentario.
Un pequeño detalle importante: puede que no interese la accesibilidad, pero al menos puede ser sencillo detectar errores de accesibilidad (y de código) con revisiones automáticas. Son bastante conocidas y la pregunta podría ser: ¿Las conocen? ¿Las han utilizado? ¿Si es así, y han visto un horror, se han callado?
Resumiendo, puede que no existan muchas personas que «sepan» de accesibilidad, pero existen herramientas automáticas (con sus limitaciones) que por lo menos nos puede ayudar a formarmos una opinión, parcial e incompleta, pero opinión. Y si una página está mal hecha, y está pagando mucho dinero por ese servicio, sólo tiene que enseñar un informe generado por HERA o el TAW para decir: «Oye, haced esto mejor, que no es lo que os hemos pedido».
Esperemos que la leña que mencionaba Dani se corte, la accesibilidad empieze a ser una preocupación de verdad y disfrutemos todos de una Web más accesible.
Mientras tanto…
Vuelvo a la carga.
Exacto Gonzalo. Bien visto lo de la coletilla de «en el mundo empresarial». Me lo había olvidado, y estamos en la misma línea.
De cómo podemos hacer, o qué se puede hacer para que estos temas empiecen a calar en las altas instancias, creo que es simplemente cuestión de tiempo y de saber venderlo. Desde mi punto de vista no se trata de, para entendernos, «dar pena» y proclamar que hemos de hacer las webs accesibles para los huerfanitos a los que les falta un brazo. No se trata de eso. Y quien piense, que aquí no es el caso, que se trata de eso, ya puede ir cambiando el chip.
Aquí de lo que se trata, desde mi punto de vista, es por una parte de esperar a que madure la fruta que cuelga del árbol de la ley que obliga a las administraciones públicas a tener sus webs accesibles. Punto.
Y de otro lado, y es ya una elección personal de quienes nos dedicamos a esto, se trata de saber vender webs accesibles a nuestros jefes: limpieza de código, ahorro en ancho de banda, facilidad de actualización, etc. Es decir, asesorar al departamento de ventas directamente, dándoles argumentos para que vendan más y mejor.
Y si nos lo montamos bien, guardar datos y comparar eficiencia de unos sitios web con otros, de los costes de un proyecto con otros, de la satisfacción de unos clientes con otros.
Es complicado y hay mucho trabajo que seguramente no se va a recompensar. Pero es que el bosque está lleno de árboles y sólo tenemos la pequeña sierra de las clases de marquetería de cuando íbamos al colegio… 🙂
Gonzalo, las herramientas automáticas son un arma de doble filo (contendencia a que corte más el filo malo) puesto que permite una mejora rápida y cómoda de ciertos aspectos pero también da una falsa sensación de haber cumplido.
Me he encontrado demasiadas veces con afirmaciónes tipo «WAI AA» o incluso «WAI AAA», flamantes medallas, que se han puesto sólo porqué ha habido un uso de herramientas como TAW que les dá una primera valoración aparentemente buena.
Creo que de algun modo las herramientas automáticas deberian dejar mucho más claro que NO determinan el grado de accesibilidad de un documento|sitio|sección sinó que sólo ayudan en lo que pueden.
Respondo, pero sólo con un poco de retraso (je je), al último comentario de Daniel…
Pensando friamente, creo que el hecho de que haya cambiado la legislación, no haya cambiado demasiado la mentalidad de los responsables de tomar decisiones. Las administraciones públicas todavía no cumplen la legislación, y todavía no se han creado «sinergias» para que la accesibilidad, ya que te has centrado en este asunto, sea algo minoritario.
Por la poca experiencia que tengo en el campo «comercial» (que desde mi punto de vistra traduzco a exponer claramente este importante asunto a jefes, jefes de jefes, etc…) he podido participar en dos proyectos, y de momento los resultados han sido bastante satisfactorios (aunque no tanto para mí, desde el punto de vista técnico). Espero que estos ejemplos sirvan para tomar decisiones en un futuro. Lo cierto es que ya no me siento tanto un «bicho raro» cuando hablo de accesibilidad en mi cliente y mi empresa (de tanto hablar de ella, algo de huella he dejado). Y confío en que estos proyectos sirvan como ejemplos prácticos de que es posible hacer una web mejor y más accesible sin coste extra. Existe, y está en internet.
El problema viene que al intervenir varios departamentos, cada uno con sus ideas y sus ganas de imponer sus criterios, no siempre ocurre lo que a mí me gustaría, pero bueno, se van dando pasos.
Arnau, creo que si lo avisan, el problema puede venir porque los «clientes» (es decir, los que pagan a los desarrolladores) no se aseguran de leer las características de los revisores automáticos (o directamente no le interesa enterarse…)
Aquí te dejo algunas pruebas de ello, concretamente los avisos que dejan tres revisores de accesibilidad automáticos HERA, TAW y examinator (citas textuales):
HERA
TAW: Preguntas frecuentes
examinator
En el caso del TAW, hay que buscar en las preguntas frecuentes (y darse cuenta en el informe que hay puntos que requieren una revisión manual), para encontarse con esta advertencia. Pero en el caso de examinator y Hera, la advertencia aparece directamente en la página principal, y por lo tanto sí que se le da importancia.
Aunque el aviso no está en color fosforito y parpadeante, que creo que es lo que tú buscas, je je (ojo, que es broma).